Salvaged Stories: Adrián Fernández
Thomas Nickles Project se complace en presentar una exposición con la obra más reciente del artista cubano Adrián Fernández. Abierta al público desde el 7 de noviembre hasta el 21 de diciembre, Salvaged Stories [Historias salvadas], es la segunda exhibición personal del Fernández en Thomas Nickles Project y su primera dedicada exclusivamente a la escultura.
A lo largo de su carrera, Fernández ha explorado el impacto social del experimento político cubano a través del diálogo entre distintos medios artísticos. Al ser uno de los exponentes más significativos de la fotografía cubana, Fernández ha sido comúnmente asociado con la documentación de la vida en Cuba, sin embargo, siempre ha mantenido el compromiso con la exploración de las posibilidades estéticas que le brindan la escultura y la instalación. A través de su acercamiento fotográfico a la realidad cubana, Fernández ha deconstruido varios de los sistemas empleados para representarla, así como sus contextos históricos, ideologías, y los paradigmas culturales que los sustentaban, con el objetivo de crear una nueva imagen. En este ejercicio creativo, la escultura se ha convertido en el medio para modelar visiones de futuros posibles para un país con un sistema político en decadencia. La imaginación artística de Fernández se nutre del estado actual del contexto cubano —la destrucción de lo que nunca llegó a completarse— mientras proyecta nuevas perspectivas para su transformación. Sus esculturas —andamios y moldes de fundición de estructuras invisibles que permanecen abstractas, inconclusas y en progreso— han encontrado su paisaje ideal en la fotografía. En Salvaged Stories la fotografía deviene el marco ausente desde donde emergen, en fragmentos, las nuevas esculturas del artista.
El conjunto de obras que Fernández debutará en su presentación en Thomas Nickles Project este noviembre, se centra en una nueva serie de piezas realizadas en acero y bronce. Con ellas continúa su exploración conceptual de la futurabilidad cubana, mientras expande su experimentación con los materiales. Estas esculturas son únicas, imposibles de reproducir. Cada una de ellas ha sido fabricada por el artista en la soledad de su estudio en New Jersey. En el proceso de creación manual, Fernández ha potenciado lo accidental. No existen bocetos preliminares ni maquetas, solo el delineado básico que le sirve de punto de partida. Podría decirse que fueron esculpidas en tiempo real, con su forma final emergiendo de las decisiones tomadas en la interacción con los materiales, como si la forma definitiva hubiera sido descubierta en lugar de planificada.
De manera muy astuta, Salvaged Stories es una continuación de la primera exposición de Fernández en Thomas Nickles Project, Sketch for a Monument [Boceto para un monumento]. El nuevo conjunto de obras se asemeja a objetos arqueológicos, fragmentos de las estructuras invisibles representadas por Fernández en su anterior serie fotográfica incluida en la muestra de 2022. La combinación de materiales en las nuevas esculturas —la aspereza del exterior de acero y el brillo del bronce texturizado del interior— parece dar testimonio del paso del tiempo y portar vestigios del contenido que alguna vez albergó el conjunto original. Son, simultáneamente, reliquias y artefactos futuristas.
El desplazamiento de Fernández de La Habana a Nueva York hace cuatro años, como parte de la mayor ola migratoria cubana a los Estados Unidos desde 1959, convierte estas obras en su primer corpus con implicaciones psicológicas. La vida del artista en la diáspora aún carece de marco, del mismo modo que sus nuevas esculturas existen sin el paisaje fictivo que proveían las fotografías. Como el título de esta exposición afirma, esta es también una colección de historias salvadas, rescatadas, una manera de reconstruirse a sí mismo a partir de las piezas que pueden salvarse del proyecto en el que nació, y de pertenecer a la nueva realidad que está en proceso de construir.