Rocío García Santa Clara, Cuba | 1955

Biografía

Con cinco décadas de trayectoria, la voz de Rocío García es uno de los lenguajes más coherentes, icónicos y universales del arte cubano contemporáneo. Con una estricta formación académica, su obra se ha movido, casi inalterada, por el panorama artístico de la vida habanera de las últimas tres décadas. Su lenguaje, distinguible, conjuga pasiones y experiencias de su infancia, cómics, cine, literatura, amor y eros.

La línea, el desprecio por el naturalismo, el color como lenguaje expresivo, la escenificación, el sentido del humor, lo disfuncional, la fragilidad de la masculinidad, el voyeurismo y, en definitiva, la pasión de García, hacen de sus cuadros una puesta en escena del poder en su expresión más compleja. Es decir, el poder como acto existencial. Sus personajes -policías, marineros, nocturnos, camareros, conejos, castigadores, geishas- son metáforas, que más que estereotipos juzgados al pie de la letra, representan un ejercicio de búsqueda personal. 

 

En muchos casos involucro el amor con las situaciones y lo que lo rodea. El erotismo crea problemas. El amor trasciende el erotismo, por supuesto, pero si nos quedamos en lo erótico... El amor puede incluso provocar guerras. Soy freudiano en ese sentido. Hay quienes se limitan a hacer cosas y tienen pensamientos más allá de lo que aparentan, toda la falsedad que existe en las relaciones es por conflictos internos que tienen las personas, que no son lo suficientemente libres para expresar. Eso es lo que me gusta señalar, lo sutil, porque ni siquiera uno tiene la respuesta, por eso hago las series, y doy pistas, y juego con lo cinematográfico. La vida es una representación. Hay gente que me etiqueta como pintor del mundo gay, pero eso es una visión superficial. Mi pintura trata de la ambigüedad. La ambigüedad y el poder. El poder y el teatro de la vida.

 

Indisoluble de su voz como pintora es su labor como profesora, su Cátedra Los Nuevos Fieras, con sus profundas raíces modernas en las cualidades expresivas del color, ha sido un caldo de cultivo para decenas de pintores cubanos. Las obras de Rocío se han mostrado en numerosas exposiciones individuales y colectivas en Suiza, España, Cuba, Francia, Rusia, Alemania, Argentina, Venezuela, Panamá, India, República Dominicana y Estados Unidos, y su trabajo figura en colecciones privadas de todo el mundo.

 

La artista vive y trabaja en La Habana, Cuba.

Obras
Prensa
Exposiciones
Publicaciones